1 de agosto de 2013

Un presidente zoquete

Presidentes criminales, chulos, ladrones y genocidas hemos tenido en España bastantes veces, pues forma parte de los requisitos propios de un gobierno en una dictadura del capital, pero hasta la llegada de Mariano Rajoy seguramente no había habido uno así de estúpido. Este tipo, además de ser un peligroso delincuente corrupto, es claramente un tonto del culo.

Como es habitual, también en la comparecencia de Mariano Rajoy en el Congreso para intentar explicar la red mafiosa en que se ha convertido el Partido Popular desde hace muchos años, en torno a lo que se conoce como Caso Bárcenas, el presidente ha leído a pies juntillas el discurso escrito por otros. Y es que para robar no hay que ser muy inteligente, y tampoco para ser el presidente de los ladrones, que es lo que es en realidad el jefe de un ejecutivo en una dictadura capitalista. Lo ha ejemplificado con una meridiana rotundidad el analfabeto Mariano Rajoy.

Para paliar su minusvalía intelectual, el autor del discurso que el presidente debía leer en el Congreso le había añadido entre paréntesis la ya mundialmente famosa aclaración "fin de la cita", precisamente, conociendo  las limitaciones del destinatario, para que el hombre no se armara un lio al leer el texto, demasiado complicado para su edad mental. Sin embargo, algunos no dan mucho de sí, y el ya de por sí atropellado Rajoy, que o no sabía como aguantar el ridículo de tanta mentira o es que directamente no sabe leer (optamos por lo segundo, porque los sirvenguenzas en general no suelen tener problemas de conciencia), lo ha leído todo, incluyendo las aclaraciones del redactor,  como hubiera podido leer 'aplausos' si se lo hubieran puesto escrito en el papel.

Un error lo tiene cualquiera, pero es que nuestro presidente, además de romper récords de inmoralidad, corrupción, mentiras y chulería, también quiere batir todos los récords de necedad y bobería. En su intervención no se ha equivocado una sola vez, sino que ha cacareado, sin pensar siquiera en lo que leía, una y otra vez el "(fin de la cita)" entre paréntesis que aparecía cada vez que en el discurso se repetía una frase de Alfredo Pérez Rubalcaba o de otros políticos, provocando que varios diputados no pudieran contener la risa y que las redes sociales ya estén extendiendo por el mundo entero el verdadero significado de la Marca España que tanto quiere vender Marianico: corrupción y estupidez.

Así, nuestro ridículo presidente, en lo que se refiere a educación e incultura presidente del gobierno, pero bien chulo y listo cuando se trata de robar o engañar a los españoles que le votan, leyó inmutable, pero con ese semitartamudeo habitual en la lectura de aquellos poco habituados a hacerlo, hasta en nueve ocasiones la coletilla "fin de la cita", como habría leído igualmente, si hubiera sido escrito por el que le redactó el discurso, "sonrisa", "mirada fija hacia el líder de la oposición" o "pausa larga para crear expectación".

Y es que en Rajoy se suman varias características que le hacen, con gran diferencia, el peor presidente de la historia de España: a las ya habituales en la casi totalidad de los presidentes o jefes de estado de mangante,
chorizos y corruptos, se une en el, además de su suma imbecilidad, su indiferencia y su poco disimulado
El discurso que le escribieron a Rajoy
desprecio hacia sus votantes, por lo que ni siquiera presta atención a lo que lee y, mucho menos, tiene  ningún problema de conciencia por todos los delitos que en su carrera política y en su etapa de presidente ha cometido.

Personalmente, creo que en realidad Rajoy no ha leído reiteradas veces las aclaraciones entre paréntesis de su discurso solo porque sea rematadamente tonto, que lo es; la causa principal, en realidad, ha sido la de que le importaba un carajo lo que estaba leyendo, y que no tienen ningún problema por haber formado parte de la trama de corrupción de su partido político y que, por supuesto, lo va a seguir haciendo.

No obstante, desde que formaba parte de la elite política gallega estuvo siempre acostumbrado a tratar y a hacer negocios con narcotraficantes y mafiosos, y, al fin y al cabo, siempre perteneció a la clase social en la que saber leer o escribir es algo secundario, pues lo importante, en cualquier caso, es enriquecerse a toda costa, sea explotando a la clase trabajadora local, saqueando las arcas públicas, colaborando con la invasión de otros paises y subsiguientes matanzas y carnicerias de su población, regalando el dinero a los bancos que financian el partido o haciendo servicios a las grandes multinacionales para asegurarse una millonaria jubilación

Y es que, como ya escribió hace más de un siglo Honoré de Balzac, tal y como lo leería el zoquete Mariano Rajoy, si alguna vez leyera algo más que el periódico deportivo tal y como él mismo ha afirmado más de una vez,

 "Detrás de toda gran fortuna siempre hay un gran delito" (fin de la cita)

2 comentarios:

Ateo666666 dijo...

Pues ambas cosas es un zoquete que miente como un bellaco. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2013/01/en-epoca-de-crisis-el-mejor-ahorro-es.html

jairo aja dijo...

Se habla mucho del "fin de cita", pero no tanto de que al finalizar el debate el congreso aprobó una dotación de 877 millones para gasto militar.

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