9 de noviembre de 2009

Honecker, Notas desde la Carcel

Que mejor quer recordar el año triste de 1989, cuando el Capitalismo, infiltrado desde hacia años en las filas del Socialismo, acabo por derrumbar aquellas sociedades que consideraban que el hombre estaba por encima del beneficio empresarial, que con los escritos del ultimo presidente socialista de la Republica Democratica Alemana (hoy tan añorada por los ciudadanos del este de la Alemania unida).

Honecker no se dejo engañar por los reformistas dirigidos por Gorbachov (y a traves de Gorbachov por occidente), y se mantuvo firme en sus convicciones, en un ejercicio admirable lleno de coherencia y conviccion. Antes que cambiar de bando y de idea, como hicieron muchos de los dirigentes de entonces, prefirio dimitir.

Desde la carcel (la misma carcel en la que estuvo encerrado cuando luchaba contra los nazis) escribio unas notas contandonos por que habia caido el Socialismo, por que la RDA habia sido anexionada por la Alemania capitalista (las cifras hoy demuestran que fue una anexion), y que consecuencias tuvo para el mundo el triunfo de Estados Unidos y hegemonica incuestionable (guerras ilegales, genocidios constantes, hambrunas, destruccion del medio, etc..).

En unas palabras profeticas, vaticina que el Capitalismo, ideologia opuesta al hombre, pues le reduce a simple mercancia, en commodity con la que conseguir beneficio, el verdadero centro y esencia del sistema, anticipa la crisis mundial y la visibilizacion de la contradiccion permantente entre el trabajo y la propiedad de su producto.

Solo el Socialismo asegura un sistema justo, en el que el hombre sea el centro y su desarrollo su principal objetivo. Y como dice Honecker en la introduccion a sus Notas desde la Carcel, que publicamos a continuacion, "Existen pues razones sociales profundas y determinantes para que se abra el camino de una sociedad alternativa. Ésta será de naturaleza socialista, sean cuales sean las especificidades de su estructura y las modalidades de su organización concreta". Palabras profeticas que describen la situacion de caos y de crisis 20 años despues de la caida del muro de Berlin, y que parecen anticipar los nuevos movimientos socialistas revolucionarios que recorren hoy, de nuevo, como un fantasma (el fantasma que hace años recorrio Europa) Latinoamerica, y que se extiende por todos los continentes.

Os dejo con el inicio de Notas desde la Carcel de Erich Honecker. Os lo podeis descargar gratis aqui

http://www.rebelion.org/docs/29955.pdf

¨Un movimiento interior me empuja a poner sobre el papel ciertas cosas que aún recuerdo bien. Deseo también poner por escrito una serie de cuestiones que me agitan profundamente y hacer conocer mis opiniones sobre algunos acontecimientos concretos. No sé lo que haré con estas notas. Quizá un día pueda acomodarlas a las exigencias de la prosa… Escribo estas líneas en Moabit, en esta prisión que todavía conozco bien. La frecuenté en la época del nazismo, al igual que muchos comunistas, socialdemócratas y otros antifascistas. Desde 1933, jugó un papel muy particular en la represión a los adversarios del imperialismo alemán. Estas líneas serán quizá publicadas un día. Están destinadas a aquellos que quieren analizar seriamente el pasado. Todo lo contrario de los pretendidos “maestros de la historia”.1

Estos últimos sólo tienen un objetivo: cubrir de barro el socialismo y retardar cuanto sea posible el inevitable hundimiento del capitalismo.

No haré ninguna concesión a las ideologías y la “moral” que defienden la sociedad capitalista de la explotación. Los veinte millones de parados que la economía de libre mercado ha lanzado a la calle no lo permitirían. Esta situación ¿tiene salida? El socialismo era un orden social justo. Habíamos trazado sus grandes líneas y queríamos ir más lejos. Lo hemos perdido con el hundimiento de la RDA.

Se cantan los parabienes del capitalismo. Eso se paga bien hoy en día y no es sólo cosa de los políticos burgueses y los periodistas de derecha. Pese a ello nadie puede seriamente negar que la situación se ha vuelto extraordinariamente difícil para millones de obreros y empleados, científicos y artistas, aprueben o no estos la economía de mercado. Las inquietudes existenciales son generalizadas. Esto no puede continuar así y no lo hará… Pero el capitalismo no abrirá el camino a un mundo sin paro y miseria.

Lo he expresado ya varias veces y querría repetirlo otra vez: los acontecimientos que se produjeron en la RDA desde mi dimisión me han afectado en lo más profundo. Me afectó duramente el hundimiento de la RDA. Pero al igual que muchos compañeros probados, no he perdido por ello la fe en el socialismo. Se trata de la única alternativa para una sociedad humana y justa. Desde que el capitalismo existe, los comunistas pertenecen al campo de los perseguidos en esta tierra pero no al campo de los que no tienen futuro. Lo que realizamos para hacer vivir el socialismo sobre suelo alemán no se hizo en vano. Trabajamos con los partidos cristianodemócratas y liberales del Este, de los que diversos responsables se precipitaron rápidamente hacia las nuevas carteras ministeriales tras 1989. Actuamos durante cuarenta años en difíciles condiciones. Lo que se realizó jugará un papel en el futuro. Pienso en las relaciones de producción socialistas que ofrecían a todos un trabajo, una seguridad social digna de tal nombre, alojamientos a precios asequibles, fueran o no de cemento, guarderías, escuelas infantiles, clubes de jóvenes y una vida cultural y espiritual de alto nivel.

Existirá una sociedad que ofrecerá perspectivas que valoricen la existencia de todos: obreros y campesinos, científicos, técnicos, enseñantes, artistas, mujeres, jóvenes y ancianos. El capitalismo ha llegado a sus límites. Se le califica de “economía de mercado” porque se tiene vergüenza de su verdadera naturaleza. Su desaparición sigue siendo segura pese a las derrotas que hemos sufrido y los errores e insuficiencias que habríamos podido evitar… también pese a todas las traiciones de individuos cuya duplicidad ha sobrepasado todos los límites.

El mundo se ha vuelto completamente caótico y desorientado desde que el socialismo desapareció del suelo europeo. Autoproclamándose gendarmes del mundo, los Estados Unidos actúan a su gusto e imponen, aquí y allá, el “nuevo orden mundial” a golpe de bombas y misiles. Aunque hayan surgido de la nada numerosos “teóricos” que se reclaman de un marxismo renovado, aunque se hayan esforzado en hurtar el corazón mismo de la teoría marxista o en refutarla enteramente, los hechos permanecen tozudos. Hay leyes objetivas que deciden la evolución de las sociedades humanas. El capitalismo presenta una contradicción fundamental: la que opone el carácter social del trabajo y el carácter privado de la apropiación. Esta contradicción permanece pese a la capacidad del sistema capitalista de cambiar notablemente de apariencia en el curso de su desarrollo.

Sólo cuando se supere esta contradicción, cuando ya no sea el beneficio el que dirija el mundo, se crearán para cada individuo las condiciones de una vida verdaderamente humana. Se habla mucho de la “autorrealización” de cada uno. Ello no puede consistir evidentemente en la perspectiva de una situación en la que, debido a la utilización creciente y los progresos constantes de las tecnologías punteras, sólo del 10 % al 20 % de la población tenga un trabajo. Una sociedad nueva deberá encontrar a cada uno un sitio. Teniendo en cuenta todas esas evoluciones tecnológicas, pero también otras limitaciones. Esto significa en primer lugar un trabajo para cada uno. El capitalismo es incapaz de eso, es hoy más evidente que nunca. La misma carrera por los beneficios fija los límites del sistema capitalista. Existen pues razones sociales profundas y determinantes para que se abra el camino de una sociedad alternativa. Ésta será de naturaleza socialista, sean cuales sean las especificidades de su estructura y las modalidades de su organización concreta.

Es por eso que, desde un punto de vista histórico, mi juicio no es tan pesimista como aquel, comprensible, de la mayoría de los que fueron cogidos por sorpresa por el “cambio”2 de 1989. La cuestión social seguirá en el futuro en el centro de las controversias públicas en todos los países capitalistas. Algunos consagraron sus fuerzas a la realización de ese famoso “cambio” contrarrevolucionario. Creen aún hoy o por lo menos lo afirman, que actuaban para que las cosas fuesen mejor en la RDA.

Hoy estas personas deben enfrentarse a amargas realidades. Todos nosotros queríamos un socialismo que fuese aún mejor. Lo que se había alcanzado nunca nos bastó. Todos estos pequeños “reformadores” no lograron sino entregar el socialismo a sus enemigos porque prestaron oídos al gran “reformador”: en 6 años, éste logró desarmar al PCUS, del que era Secretario General, y llevar a la URSS a la aniquilación.

La RDA fue sacrificada en el altar de la “Casa Común Europea” por la cual Gorbachov luchaba con tanto ahínco. Fue el hecho más doloroso de mi existencia así como de la de numerosos camaradas. Estamos obligados hoy a reconocer que esto fue facilitado por nuestra actitud habitual ante Moscú, hecha ante todo de disciplina y respeto de la tradición. Ocurría lo mismo con aquellos que ya no tenían la voluntad de defender el socialismo. Y todo ello no fue finalmente posible sino porque corrientes enteras de nuestro Partido contribuyeron objetivamente a la eliminación del socialismo. Había entre ellos algunos traidores conscientes y declarados que se vanaglorian hoy de haber utilizado durante años sus contactos oficiales con la RFA para allanar el camino que llevaba a la anexión de la RDA.


1 La problemática de la “maestría (dominio) de la historia” (Bewältigung der Geschichte) ocupa un lugar importante en el debate político-intelectual en Alemania. Declarados o camuflados, son numerosos los revisionistas en las universidades y las salas de redacción alemanas. No dudan en este tipo de debate, en difundir ideas que banalizan el periodo nazi. Son en efecto incapaces, debido a su papel durante el nazismo, de presentar a los jóvenes una visión reconfortante de la historia nacional.

2 Se llamó “Cambio” o “Giro” (Wende) precisamente al proceso de hundimiento de la RDA durante 1989. [N. del T.]¨

http://www.rebelion.org/docs/29955.pdf

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